martes, 29 de octubre de 2013

Seguridad en la red... ¿seguro? ¿seguros?

Hace seis años ya vengo trabajando en mis tutorías en temas de prevención en el uso que hacen nuestros alumnos de internet, integrando estas tareas dentro del  Plan de Acción Tutorial para tercero de la ESO del que entonces era el centro donde desarrollaba mi trabajo. Empezamos a hacerlo entonces de una forma casi autodidacta, tratando de aplicar el sentido común, desbordados en algunos casos por una realidad que evolucionaba muy rápido, algo que suena casi inocente a tenor del tremendo cambio experimentado en los últimos cuatro años.

En aquel momento (parece que hablo de la prehistoria y apenas ha transcurrido un lustro) el acceso que tenían la mayoría de mis alumnos a internet venía por la conexión que (los menos) tenían en casa, los ciber, la biblioteca pública y el aula de informática del centro, cuando podían distraer la atención del profesor/a con el que la estaban utilizando (y me creeréis si digo que lo intentaban a menudo, ¿verdad? ;-) ).

A principios del 2009 llegó a la sala de profesores un número de la revista Aula de Innovación Educativa, el 180, donde encontramos una estupendo artículo de María Luisa Torrescassana en forma de Propuesta Didáctica titulado “Cuando navego, yo controlo” que nos ayudó a dar forma a muchas actividades que veníamos haciendo, además de aportar un material fotocopiable que me ha sido de utilidad en ese y otros cursos posteriores.

Desde entonces (aun a riesgo de sonar como el abuelo cebolleta) la realidad del acceso a internet a variado sustancialmente: se han multiplicado el número de hogares con acceso a internet, pero sobre todo se ha dado una verdadera revolución con la aparición y universalización de los smartphones con “tarifa plana” (bueno, lo de plana es otro debate).

La realidad es que la gran mayoría de nuestros alumnos están conectados principalmente a redes sociales a tiempo real y, eso que debemos convertir en oportunidades de promoción personal y profesional, conlleva riesgos que hacen más necesaria que nunca esa labor de prevención que habíamos iniciado antes.
No os voy a descubrir nada nuevo al dejaros estos enlaces a algunos videos (muy cortitos ellos) que seguro que muchos ya habéis manejado, pero de los que creo que son útiles para empezar a presentar estas realidades a nuestros alumnos en tutoría.




Pero de la mano de esa cautela han llegado también las controversias acerca del cibercontrol que estamos ejerciendo en los centros escolares. Dejo aquí un enlace de un artículo de Ángel Sanmartín Alonso aparecido en la Revista de Educación del MECD, que en la página 299 se hace eco del control ante las TIC, aunque echo en falta más profundidad en su tratamiento.


No quisiera acabar esta reflexión sin poner una nota de humor (cuando no de sarcasmo) acerca de las redes sociales y el uso que hacemos (¿o hacen “ellas” de nosotros?) en forma de un monólogo de Quequé en el programa El Club de la Comedia de La Sexta. Espero que os despierte una sonrisa al menos... :-D


lunes, 28 de octubre de 2013

"Breve" reflexión sobre la identidad digital

Hace no muchos años el perfil público de la mayoría de las personas se circunscribía al círculo más cercano de compañeros de trabajo y vecinos, más allá de los lazos familiares. La vida en la ciudad había aportado un cierto grado de privacidad a muchas personas que habían visto hacerse realidad en su caso el viejo refrán de “pueblo pequeño, infierno grande”. A este respecto, me gustaría hacerme eco de una reflexión recogida del blog de Armando Lacouture “este refrán popular en mi época de infancia, era utilizado para expresar el sufrimiento que implicaba vivir en un pueblo pequeño, donde casi todos eran conocidos y por tanto, cualquier cosa que hicieramos, en pocos minutos era conocido por todo el pueblo; pero también, implicaba un riesgo enorme y era el de los efectos de los falsos rumores (…)”.

Cuando el sociólogo canadiense Marshall McLuhan acuñó el término “Aldea Global” corría el año 1962 y no sé si el mismo era consciente de hasta dónde llegaban las consecuencias socioculturales de la comunicación inmediata y mundial de todo tipo de información posibilitada y estimulada por los medios electrónicos de comunicación. La aparición de internet incrementó exponencialmente ese apellido de Global y los tiempos se han reducido hasta la inmediatez.

Pero ahora, me gustaría hacer hincapié en el término de Aldea y aun estando convencido de que estoy haciendo uso de una figura rebuscada, obviar el sentido bucólico que nos puede transmitir la palabra aldea y sustituirlo por una imagen peyorativa cuando afirmo que sí, con la aldea global hemos vuelto a ese infierno grande al que me refería antes, del que hemos recuperado la propagación de insidias, falsos rumores, que ha servido para dar pábulo a maledicencias…A través de las redes nos hemos convertido en vecinos de un pequeñito pueblo en el que cualquiera puede asomarse a nuestras ventanas (con o sin nuestra autorización o más bien sin nuestro conocimiento) y a partir de ahí comentar el estado de nuestra “casa”. Y ¿qué podemos hacer entonces? Pues en primer lugar ser muy conscientes de que esto puede pasar y tomar medidas preventivas al respecto; precisamente el dejar las puertas abiertas de nuestra casa (colgar información personal sin restringir quién puede verla o manejarla) o facilitar las llaves de la misma (no ser conscientes de que lo que compartimos aún con un círculo íntimo puede ser repicado por esos) es causa hoy en día de serios inconvenientes personales y/o laborales: un/una aspirante a ocupar un puesto en (pongamos por ejemplo) un bufete de abogados después de una brillante carrera, máster… puede ver truncada su contratación por una foto poco afortunada (posiblemente inocente, pero sacada de contexto) de diez años atrás y colgada por un amigo en facebook. A este respecto recomiendo la lectura del artículo “Uno de cada diez jóvenes no consigue trabajo por su perfil en redes sociales

Pero ¿qué ocurre cuando se utiliza sin mi autorización y hasta se difunden datos personales (aparentemente de forma inocente) sin tener yo conocimiento de ello? Aquí me gustaría exponer una experiencia personal y que valga, en la medida de lo posible, de ilustración. Hace ya cuatro años recibí una notificación de una compañía de telefonía móvil porque ellos decían que había dado de alta dos líneas de móvil de las cuales me reclamaban el pago de más de 500 euros. Deshecho el entuerto de que no era yo quien las había dado de alta sino que habían suplantado mi identidad y ellos no lo habían comprobado (en un proceso largo, nada fácil y después de denunciar ante la Guardia Civil), aún tuve que oír por parte de una de las personas encargadas de la compañía telefónica una recriminación por dejar mis datos fácilmente accesibles en la red (lo cual no hizo sino incrementar mi cabreo).

 ¿En qué momento no había sido yo cuidadoso con mis datos? Pues bien, ese año me había presentado a las oposiciones de Secundaria y desde la Consejería se habían publicado las listas de aprobados, vacantes, sustituciones… (no tengo que precisaros nada que no sepáis). En dichas listas constaban nuestros nombres y por supuesto el DNI. A partir de ahí se pueden obtener en la red otros datos (dirección, teléfono…). El caso es que he coincidido con hasta cuatro compañeros (que están en mis mismas listas) a los que les ha ocurrido algo similar, aunque en el caso de uno de ellos la supuesta factura superaba los 17.000 euros. Es imposible controlar todos esos datos; mañana haremos una gestión ante una administración pública y puede que salga publicado en el boletín correspondiente. En este caso, mi único consejo, ante el mal uso de tu identidad: denuncia.

Me gustaría cerrar esta entrada con un mensaje positivo pese a todo lo expuesto anteriormente: aldea global si, reforzando los vínculos positivos que siempre ha tenido las relaciones en un pueblo: ayuda mutua, solidaridad, apoyo… y creedme, de estas también hay y estoy seguro que más que las anteriores.

domingo, 27 de octubre de 2013

Re... activación del blog... ;-)

A través de esta entrada os doy la bienvenida a los primeros en interesaros en mi blog Gracias por vuestro interés